lunes, 27 de octubre de 2014

Los errores de los hombres en la cama

Bueno, evidentemente en cuestiones de pareja , el gusto se rompe en generos, y lo que le gustaba a fulanita, no le gusta a zutanita, pero a fin de cuentas hay una generalidad de lo que a las mujeres no nos gusta que haga nuestra pareja durante el sexo, está lista que presento a continuación es una recopilatoria de varias notas que me he encontrado en internet, revistas, etc, aderezada con mi punto de vista.

Chicos, a leer:



Saltarse los juegos previos o demasiado cortos

La próxima vez que vayas a saltarte los juegos previos recuerda esto: la respuesta sexual de la mujer es muy diferente que la del hombre. Nosotras tardamos más en excitarnos, por eso son tan importantes los juegos previos para lubricar y mejorar la disposición al sexo. Saltarlos y pretender enseguida pasar a la penetración es uno de los peores errores de los hombres en la cama, pues será muy difícil complacer a tu chica.


Olvidarte de los besos

Utilizar los besos solo como parte de los juegos previos al coito o en los momentos en los que no se puede hacer nada más es un gran error. Los labios tienen muchas terminaciones nerviosas y son tremendamente eróticos, el acto del beso excita y es algo que podéis hacer mientras practicáis el sexo, ¿por qué parar?


Masturbar con demasiada violencia

    Recuerda que el clítoris es una zona en extremo sensible y que estimularla con demasiada violencia puede hacer que tu chica desconecte por completo del placer. Tampoco es recomendable penetrarla con tu dedo de forma muy agresiva, ya que es muy molesto.
 Morder, chupar o estimular muy fuerte el pezón

    Chicos, los pezones no son los botones de una radio, tampoco son un pedazo de plástico sin sensibilidad. Tanto para ustedes como para nosotras la estimulación de los senos resulta muy placentera, pero debe hacerse de forma delicada de lo contrario puede ser molesta y dolorosa. Por favor no cometas este error en la cama.
Engancharse a sus pezones como bebé: es divertido, pero también hay que jugar con el resto del seno.


Ir demasiado rápido "allá abajo"
Para la Dra. Fulbright, "Dirigirse hacia la estimulación genital demasiado pronto nunca es una buena idea: una mujer necesita ser excitada de otras maneras y en otras partes del cuerpo antes de llegar a la penetración o a cualquier actividad genital; ir muy rápido puede provocar que se sienta insegura". Hay demasiadas zonas erógenas en el cuerpo de una mujer como para que solo te quieras centrar en los genitales o en las zonas "comunes" como clitoris, pezones, o entrada de la vulva.


Intentar meter tus dedos bajo su ropa interior antes de que esté preparada: no seas tan ansioso, es muy incómodo para ella.

    Penetrar vaginal o analmente sin que la mujer esté lista (Ir demasiado rápido a la penetración)

    Nunca penetres a una chica sin saber si ella está ya lo suficientemente excitada y lista para la acción. Esto solo demuestra que lo único que te interesa es tu propio placer y que te importa muy poco que ella esté complacida. Mucho menos intentes la penetración vaginal si que antes ella esté de acuerdo y lista para hacerlo en ese momento. Recuerda que el sexo es una experiencia de dos y ambos deben disfrutarla al máximo.

    Quedarse demasiado tiempo solo en un punto

    El cuerpo femenino está compuesto de varias zonas erógenas ¿qué tal si las exploras todas de forma provocadora en lugar de quedarte en un solo punto durante horas? Ella te lo agradecerá.


    Sujetar su cabeza cuando te hace sexo oral

    Si las mujeres pudieran votar entre las cosas que hacen los hombres en la cama que ellas más detestan, seguramente ésta figuraría en los primeros lugares. Si tu chica disfruta haciéndote sexo oral no hay necesidad de que sujetes su cabeza y la forces a ir más profundo, esto es muy desagradable para las chicas y puede ser muy irritante, así que evítalo.

    Eyacular sobre ella sin saber si le gusta

    Muchos hombres disfrutan eyaculando sobre su chica en cualquier parte de su cuerpo. Esto no tiene nada de malo, siempre y cuando ella esté de acuerdo. Si no quieres hacer que un encuentro sexual termine mal o que tu chica se moleste, evita eyacular fuera en cualquier zona de su cuerpo sin su autorización.

    Dormirte enseguida después del sexo

    No todas las mujeres saben que los hombres, gracias al sexo, consiguen regular de forma muy efectiva su sueño, por eso la mayor parte de los chicos logran dormir profundamente después del acto. Sin embargo antes de hacerlo dale un abrazo, hazla sentir querida, comparte unos momentos a su lado, y luego entonces duerme. Ella te lo agradecerá.
Dejarla insatisfecha   si tu ya terminaste, pregunta o sondea si quieren seguir, a lo mejor ella no termino, y sería lo adecuado que puedas echar mano de otras de tus habilidades manuales, orales etc, para terminar de satisfacerla.


Creer que a todas las mujeres les gusta lo mismo
Muchos varones tienden a pensar así. Sin embargo, las mujeres son muy distintas unas de otras: lo que a una le gusta, a otra puede resultarle indiferente o incluso molesto. No necesariamente conocen acerca de la sexualidad femenina; por más relaciones que hayan tenido antes, no tienen por qué adivinar de qué forma reaccionará el cuerpo de la mujer con la cual están. Cada cuerpo tiene sus propias particularidades y éstas deben ser respetadas: a veces lo que a una mujer la excita, a otra la enfría.

Querer que sea como en las películas porno
Por un lado, mirar películas triple X está bien, si los dos están de acuerdo. Pero lo que se ve en ellas no es real, es una fantasía. La pornografía construye mitos de cómo debería ser la sexualidad, creando altos niveles de exigencia que, como consecuencia, contribuyen a la persistencia de conflictos sexuales en los espectadores que padecen cuadros de impotencia, eyaculación precoz, anorgasmia o complejo con el tamaño del pene. Se sostiene, tendenciosamente, que el largo del pene es lo más importante para la satisfacción femenina o que las mujeres se excitan si son maltratadas. Por eso algunas mujeres rechazan la pornografía, quizás porque ha sido concebida desde esa particular manera masculina de entender la sexualidad. No obstante, muchas parejas pueden usarla para dar más intensidad a su vida sexual; pueden incluso intentar imitar algunas posiciones o fantasías. Sin embargo, debe ser un acto de común acuerdo.

Pensar que la penetración lo es todo

Para muchos hombres el sexo consiste en penetrar. Creencia esta que proviene de aquel mito según el cual “la mujer sólo alcanza el orgasmo con el coito”. Sin embargo, la mayoría de las mujeres no pueden alcanzar el orgasmo sólo por la penetración. Es importante, en la respuesta orgásmica femenina, la estimulación adecuada del clítoris (sea por masturbación, mediante un juguete sexual, sexo oral, etc.). En general cuando los varones conocen esto y están informados, sus exigencias se reducen.


Creer que el clítoris lo es todo

Si bien el clítoris es importante, centrar la atención exclusivamente en él tampoco es una buena opción, ¿Por qué? Porque el clítoris es muy sensible, por lo que si se le estimula en exceso o con violencia, se puede irritar y producir una sensación molesta. Es importante recordar que el cuerpo de las mujeres alberga una cantidad de zonas muy sensibles y estimularlas enriquecerá la experiencia sexual con nuevas sensaciones.

Dejar las caricias sólo para la cama

Según el Dr. Ian Kerner, de la Universidad Brandeis, "Todos los hombres han escuchado sobre la importancia de las caricias previas, pero ignoran que éstas empiezan mucho antes de entrar a la habitación: a diferencia de un hombre, una mujer no puede 'encenderse' de un momento a otro, sino que tienden a considerar el comportamiento de su compañero durante todo el día, no sólo cuando están en la cama


Contestar el teléfono
Según una encuesta de la compañía Virgin Mobile, 1 de cada 5 personas responde el teléfono durante el sexo, y los hombres son los más propensos a ello. "A muchos hombres les gusta ser el foco de atención; si su teléfono suena se sienten necesitados e importantes, por lo que son propensos a olvidar a su pareja", explica el Dr. Stanley Ducharme, de la Sociedad de Terapia e Investigación sobre Sexualidad.
No cuidar la puesta en escena

Tampoco es necesario que cada vez que vayáis a tener sexo enciendas velas y extiendas pétalos de rosas por la cama (aunque alguna vez que otra tampoco está de más) pero al menos procurar que la habitación esté medianamente ordenada, poner algo de música y no dejarte los calcetines puestos sería un detalle.
Estar preguntando todo lo que debes hacer
No malinterpretes, es estupendo tener en cuenta a la otra persona pero estar continuamente preguntando si eso gusta o no gusta y dedicar la sesión a hacer exactamente lo que crees que ella quiere no lleva a ningún lado. No tomes todo el control en la cama y deja que ella exprese y te guíe si lo desea. Normalmente debes aprender a interpretar las señales que te da con gemidos, etc, inclusive muecas, y posteriormente en otro momento (fuera de la cama) hablar sobre esas preferncias, para que no arruines el momento.


Hacer comentarios sobre su aspecto
Ya deberías saber que las mujeres son algo sensibles con su aspecto físico. Comentarios como “tienes un grano aquí”, “anda, mi madre también tiene varices” o gestos como agarrar una lonjita "cariñosamente" por muy bienintencionados que sean, nunca  nunca sientan bien. Si no tienes nada agradable que decir, mejor no digas nada

Preguntarle si quiere hacer un trío con otra chicacreerá que necesitas más. Deja que lo proponga ella.
Intentar penetrar por detrás “sin querer”: el sexo anal llevo su tiempo y hay que hablarlo mucho. Tus excusas no servirán; el “no me di cuenta” no lo van a creer.
Jugar con su ano antes de que esté suficientemente excitadamientras estimulas su clítoris y tienes un dedo en su vagina puedes pensar  le gusta que le toques ahí, pero puedes arruinar el momento.
Decir guarradas si no sabes si le gusta: un poco de “dirty talk” puede ayudar, sólo si le gusta, tampoco hay que pasarse.
Tumbarte sobre ella: no la aplastes.

No tener higiene: tener limpio el cuerpo y los genitales en especial es fundamental  y aun mejor depilarte el pene y los testículos, es incomodo para ellas darte sexo oral y que se esten atragantando cada 5 minutos con un vello púbico gigante (velo por el lado amable y date cuenta que un pene depilado tiende a verse mas grande).


Quitarte la ropa de forma ridícula:
recuerda que delante de tí hay otra persona. De lo cómico a lo patético hay una línea muy fina.


Meterle el dedo en la vagina antes de que esté lista: de impaciente profesional. Espera el momento correcto.

Intentar repetídamente y sin éxito penetrarla en la oscuridad: ella puede ayudarte, que no te de pena.

No darle sexo oral cuando lo pide: no sean flojos, es muy placentero para ella. Si no te gusta el olor o el sabor tomen un baño juntos antes.

Obligarla a que te haga sexo oral: es muy desagradable. Respétala.

Eyacular en su boca sin preguntar(no avisar cuando vas a acabar): tu semen no es un manjar.

Pedir perdón por el tamaño de tu pene: ellas valoran más la sensibilidad a la hora de disfrutar
 Frenen, pero no en seco. No todos tienen la resistencia del toro mecánico y las mujeres lo saben. Está bien que se regulen para no generar decepciones, pero parar de un momento a otro puede hacer que el deseo se refunda y no regrese. Ester les dice: “Si les decimos que no paren, no lo hagan. Tienen que saber que re empezar después de un freno puede matar un buen impulso” 
Ir a orinar en medio del sexo, cuando la situación se está poniendo más caliente.
 Quedarse callados en la cama:  no expresar el placer, que sientes, o si algo te lastima, ¡Comúnicate!